viernes, 18 de noviembre de 2011

Extracto Entrevista a Juan Rivero. Vecino histórico de Barrio Plata.

Fecha y lugar de realización de la entrevista: 9 de febrero de 2011, 10:30hs, en el frente de su casa en Barrio Plata.



 

Entrevistado: Juan Rivero
Entrevistadores: Pamela Gerosa, Valeria Carrozzini.
Organización social o institución a la que pertenece o perteneció: Fue detenido en el ex CCD “El Cuartelito” que funcionó en la antigua Fábrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu, ubicada en la zona sur de Rosario. Fue concejal de la ciudad.

Sinopsis
Entrerriano de nacimiento, Juan Rivero, quien llegó a Barrio Plata a principios de la década del 70', con 29 años, nos recibió en el frente de su casa sentado bajo árboles de mora –plantados por el mismo al llegar al barrio- en una pequeña mesa redonda ocupada por el mate, la radio, una agenda y un cuaderno, que irá abriendo a lo largo del encuentro para recordar algunas estrofas de poesías propias.
Militante social y político desde su juventud, fue secuestrado en 1978 en la puerta de su casa de Barrio Plata, y fue llevado al centro clandestino que funcionó en las caballerizas de la Fabrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu, ubicada en la zona sur de Rosario. Junto con Ramón, “El Gato” Verón –querellantes ambos en la Causa Guerrieri-Amelong- fueron uno de los primeros en denunciar en 1983 la existencia de este centro clandestino.
A lo largo de la entrevista no apartará ni por un momento la mirada sobre las entrevistadoras, exceptuando cuando algún vecino pasaba, y lo saludaba. Recorrerá varias coyunturas específicas de la historia de Barrio Plata entremezcladas con su propio activismo y sus reflexiones entorno a ello.
 
(…)
J: Yo soy Juan Rivero, soy conocido porque fui concejal. Más o menos soy un poco conocido. De todas maneras lo que tiene que ver con la historia del barrio este, yo vine en el año 70’ acá, (habla pausado). En ese momento no había barrio, digamos, no había casas. Todas las casas que nos circundan no estaban, eran terreno, eran una cava, que le decimos. Era horno de ladrillo, que se inundaba cuando llovía, venían más adelante a bañarse y todo eso, (se escuchan los perros ladrar) 


Entonces, esto fue creciendo de un camino de tierra que era plano, no calle, una luz en cada esquina, que no iluminaba en realidad en aquel tiempo. Y esto fue cambiando a través de un proceso larguísimo. De todas maneras estaba la casa de Tonuga, que estaba acá enfrente, (señala la casa) esta casa que es la que yo arme cuando vine en la década del 70, plante las dos plantas de mora que me acompañaron desde que llegue. Estas dos plantas de moras son históricas. Hemos trabajado con compañeros, hemos hecho campañas de Derechos Humanos, políticas sociales, la militancia, reuniones con la militancia, amigos, vecinos, asados, cosas de verano, cuando no tenía mas que una piecita con techo de chapa.
En realidad eso fue durante muchísimo tiempo, pero este barrio, por ejemplo, la parte que termina acá en la calle Boman, que es Constitución, todo esto era la quinta de Bacola, donde se sembraban tomate, berenjenas, choclos, era todo quinta. Viste como era, era hermosísimo. Y después estaba la casa (habla mas pausado porque se queda pensando) había otras casas. (se escuchan los pájaros de fondo). E: ¿Qué edad tenía cuando llego?
J: Yo en el año 70 tenía 29 años. Dentro de dos meses voy a cumplir 70.
E: ¿Por qué te viniste a vivir acá Juan, por que elegiste el barrio?
J: Yo vine de Entre Ríos en el año 64, 65. Y empecé a trabajar en una fábrica metalúrgica, y nosotros alquilábamos en Oroño y Lucero una casa. Con un hermano. Nos vinimos a vivir después a la calle Pasaje (…) y Francia, la casa de la familia Cañete. Y vinieron todos los hermanos en hilera, y quede yo como apoderado de ellos, porque algunos tenían 13, 14. Había que, empezaron a trabajar, no había. Yo me había casado, fui el primero que me case, estaba con mi señora, mi señora también es entrerriana, de Concepción del Uruguay, conocía a la familia. Muy lindo estar todos los hermanos y encontrarte los fines de semana. Todos empezaron a trabajar, mis hermanas a estudiar, porque eran muy chiquitas, y empezaron a ir al Sagrado Corazón, después al Liceo de Señoritas, y a partir de ahí ya estudiaron para docente.
Después yo ya después de la calle Pasaje I ya compro esto, la hice así nomás, techo de chapa, y me duró mucho tiempo, porque yo cuando había comprado todo, estaba por armar la casa… caí preso, estuve 5 años y perdí todo. Luego tuve que recuperarlo todo, y bueno y hoy… es una historia muy particular, la mía es una historia que esta escrita en todos lados.
Pero de todas maneras la importancia que tiene todo esto es haber venido y llegado a un barrio de trabajadores, (…) era el lugar más barato, y además, yo era campesino y no me gustaba mucho el cemento. Como verán debajo de las moras no puse cemento, no me gusta el resplandor del cemento (señala hacia los àrboles contiguos a nosotros). Todavía sigo siendo campesino, porque conozco lo que era la vida de campo, los árboles, la tierra, los pastos. Las temperaturas son diferentes, en el verano son mas frescas y en el invierno mucho mas “tibias”. Realmente la tierra es impresionante como te maneja el tiempo.
La verdad que eso me ha marcado definitivamente la vida, me ha marcado todo esto. Hola como te va (saluda a un vecino que pasa). Me ha marcado todo eso. Y la experiencia vivida en el barrio ha sido muy linda. Conocer todo los pibes, pibes que después militaron conmigo, pibes que después se perdieron por eso también. Otros están hoy, son ciudadanos impresionantes, tipos que trabajan, que viven, que tienen opinión. Las opiniones políticas y sociales, es lindo, este, saber, que uno ha podido trabajar y ver en ellos muchas cosas y ha podido de alguna manera haber sido , como dicen ellos, un referente.


E: ¿En dónde trabajabas Juan?
J: Yo te voy a decir donde trabajé, primero cuando vine en el 65 trabajé en el Frigorífico Swift, después en el 67 salgo del Frigorífico y entro al taller metalúrgico que es Calchaqui, Balcarce y Madre Cabrini, después vengo a otro taller metalúrgico que es Laponte que es en Madre Cabrini y Ovidio Lagos, después a otro taller que estuve 14 años que es en Pueyrredón y Madre Cabrini. En 10 cuadras había muchos talleres y en esos trabajé, ha sido una linda experiencia y después seguí trabajando por mi cuenta, tuve una fundición de aluminio (...)
Lo importante has sido la experiencia y saber que al poder trabajar y ser un tipo en esas condiciones, se puede vivir igual, se puede vivir bien, con buena conducta y sabiendo que esas cosas no tienen que hacerte mella, y yo pude conseguir trabajo y solucionar los problemas de situaciones muy difíciles, yo vine con 4 años de la escuela industrial de Entre Ríos hice un bachillerato acá, hice un bachillerato en la cárcel y terminé haciendo un E.E.M.P.A y después fui a la universidad, pero por necesidades concretas, rendí algunas materias en humanidades y artes, y me sirvió de mucho porque aprendí a simplificar las cosas, a sistematizar las lecturas, que sigo… yo era un lector compulsivo; tengo una biblioteca que tengo ahí guardada de cuatro mil libros y una biblioteca digital de mil doscientos. Haber leído tantas cosas significa una cosa muy linda, muy fuerte para mí, porque pude de alguna manera ubicarme en una sociedad que era por demás de compleja.
E. ¿Y hoy quedan muchos vecinos de antes? ¿O se mudaron?
J. Algunos se mudaron para siempre. Uno de los vecinos, Cuevas, un vecino importante, y de muchos años acá. De la calle Vera Mújica. Allá falleció Cavalaro, acá está el Beto Bal, que es una persona que vive desde hace muchos años acá, y se le puede preguntar muchas cosas, de chico ha vivido, jugaban al fútbol, se bañaban en las cavas….vive acá al lado se llama José Alberto Bal.
E. ¿Juan, qué sabes de los orígenes del barrio? Si hubo un plan de vivienda, si no…
J. Todo era de Francia para allá y Francia desde este lado, la primer cuadra hasta Vera Mújica y todo era baldío, por allá en los 66, 67…se vendían terrenos en aquella zona de allá y yo fui a ver si lo podía comprar quedé entre comprar los terrenos de allá y comprar los terrenos que estaban pasando Oroño al 5800, 5900 porque yo trabajaba al 5800 entonces todo era cerca de la fábrica y nos quedamos alquilando en la casa del Pasaje I y después de eso empecé a comprar acá, a m señora le costaba, porque era muy lejos de todo, no había nada, no había nadie, el almacén estaba a tres cuadras, tenías que pasar la calle Boman, allí estaba el almacén que era un paraguayo, era el almacén del barrio. Y por allí siguen viviendo, son las familias viejas; Rodríguez, que viven hace 60 años en la calle Cafferata e Iriondo; hablando de las familias que viven acá hace 6 años, las que te pueden dar más datos…
En aquel tiempo, en el monte Bertoloto con pista de tierra, una pista de baile, ahora no hay nada, es todo agreste, sucio…está muy abandonado. La calle Ovidio Lagos era Plata por eso el nombre del barrio, era el fin del tranvía…y acá en esta zona fue así en forma gregaria, se fueron agregando casas, gente que compraba y se hacía la casa, gente de trabajo en general, no hubo planes de vivienda, salvo ahora lo que es allí el barrio Nuestra Señora del Rosario, pero que es Plata todo, o la parte de Avenida del Rosario que es nueva…planes de vivienda pero de hace 5 o 6 años…de la provincia de 6 o 7 años.
E. Te pregunto Juan: ¿por qué instalan a la gente del Mangrullo acá?
J. Acá hubo un plan de vivienda de la Municipalidad, de la provincia, la empresa Fraiman Mancini y la Buena Esperanza del Padre Santidrián, dividido el barrio en 4, entonces repartieron cómo hacer las casas entre las 4 instituciones, eso se hizo así y se trajo del Mangrullo primero y no sé porque trajeron del Mangrullo, y después trajeron de otras partes, pero muy poca gente de otras partes porque había necesidades sociales entre la gente del Padre Santidrián y la empresa de Mancini, no eran las mismas, la Municipalidad y la Provincia eran diferentes, cada barrio tenía sus intereses. Pero eran las 4 instituciones que hicieron eso, en el 99 o en el 2000. Pero digo que trasladar a la gente sin planes es difícil ellos eran pescadores, eso genera otra cosa, y eso es lo que sucede en Baigorria con el tema del Remanso, han sacado bastante gente pero la gente se vuelve al lugar, prefieren morirse ahí con enfermedades que ir a un barrio que podrían vivir mejor pero no tienen ni pesca ni pueden hacer nada y entonces se quedan en su hábitat con sus relaciones, amistades.

E: Esto tiene que ver con el pasado, habías nombrado que en el Monte Bertoloto había una pista, la gente iba la Monte, nos interesa saber si allí se hacían encuentros, fiestas.
J. Siempre, se hacían los carnavales, bailes, venían orquestas, era impresionante, estamos hablando de 40 años atrás o un poco más y después se fue deteriorando de a poco eso hasta que se fue perdiendo en la década del 70 , años 75, 78…se desapareció, se cortaron muchos árboles. En el año 85 había unos 490 árboles más o menos, hoy quedan 200, los cortaron…

E. ¿y acá en el barrio Juan cuando vos llegaste, en la década del 70, había militancia social, la gente se comprometía, existían espacios?

J. Cuando yo vine no había cosas, cuando yo trabajaba era árbitro de fútbol, entonces yo venía, los pibes muy chiquitos me cargaban porque el arbitro de fútbol. Yo venía con traje y ver un tipo en traje en un barrio, lo primero que te dicen es puto viste?...entonces un día, estaba el negro Pepe, el gato Verón, tenían 12 años y yo los encaré….y después todos militaban conmigo… se acabó la joda, empezamos a ver cómo era la mano, hicimos una unidad básica, acá en la calle Veramujica y a partir de allí hicimos trabajo social todo el grupo, que es lo primero que yo conozco, en los tiempos anteriores no había, la vecinal no tenía ninguna influencia, sólo administraba cosas, era una cuestión de buscar y administrar cuestiones, no trabajaba socialmente, pareciera que es una cuestión del poder central, a lo mejor es así, pero yo no lo comparto eso.

E. ¿Y acá en el barrio Juan cuando vos llegaste, en la década del 70, había militancia social, la gente se comprometía, existían espacios?

J. Cuando yo vine no había cosas, cuando yo trabajaba era árbitro de fútbol, entonces yo venía, los pibes muy chiquitos me cargaban porque el arbitro de fútbol. Yo venía con traje y ver un tipo en traje en un barrio, lo primero que te dicen es (...) ¿viste?...entonces un día, estaba el negro Pepe, el gato Verón, tenían 12 años y yo los encaré….y después todos militaban conmigo… se acabó la joda, empezamos a ver cómo era la mano, hicimos una unidad básica, acá en la calle Vera Mujica y a partir de allí hicimos trabajo social todo el grupo, que es lo primero que yo conozco, en los tiempos anteriores no había, la vecinal no tenía ninguna influencia, sólo administraba cosas, era una cuestión de buscar y administrar cuestiones, no trabajaba socialmente.

Participe como dirigente gremial, participe en las coordinadoras de la década del 60, 70 de la resistencia peronista, desde el golpe de Onganía para acá, tengo un rato largo…como historia principal en mi historia tengo la toma de mi escuela en el año 55, yo tenía 14 años, a los 10 minutos me agarraron de la oreja y me sacaron ¿viste? (risas), vinieron los militares…y desde ahí nunca dejé de andar…y la verdad es que cuando no hago nada me canso.

E. Con esto de ejercitar la memoria, recordás alguna anécdota con vecinos de los primeros tiempos que viniste a vivir acá
J. Tengo algunos relatos, algunos cuentos cortos unas cien poesías. Alguna vez las hice para el centro comunitario, es una poesía hecha para la gente, y se llama Todos y Todas, a ver si me acuerdo cómo empieza, dice
"Aquí en este día en que odiamos
Dile que solamente amamos
Forjamos la esperanza, desandamos los dogmas que nos quedan de provincia
Desobedecemos las cosas de la impunidad terrorista
Los crímenes de lesa humanidad no vencerán tu lucha, 

mi lucha ni (…) del amor.
Podrán cegar tus ojos verdes, azules o negros, 

pero no podrán con tu misterio ni vencerán la luz
Dejarán de latir los corazones pobres negros o blancos, 

pero la vida reinará en actitud de movimiento… "
Y sigue, es una hermosa poesía que hice para el centro comunitario…después tengo poesías de amor, sociales, he escrito trescientos versos de paisajistas y doscientos versos de la historia familiar, que sale en un libro de poesía latinoamericana que salió ahora. Esa poesía del centro te la puedo dar, es hermosa, pero muy hermosa… (Está buscando alguna poesía entre sus papeles).
E. Juan…Barrio Plata, los límites de Barrio Plata, ¿cuáles son para vos?
J. El primer barrio Plata son Uriburu, Ovidio Lagos y Arijón y Avellaneda, sí creo que está así…es el histórico, después se han ido formando muchos barrios adentro que tienen distintos nombres…como pasó con el Mangrullito… pero es barrio Plata.
E. Juan antes hablábamos que cuando vos viniste, podríamos decir que era un barrio obrero, el perfil del trabajador de Plata era obrero, ¿y en la actualidad?
J. En la actualidad hay gente que trabaja en general…hay muchos obreros de fábricas de heladeras, maquinarias, cuestiones que están en la zona, entonces hay mucha gente que trabaja en eso, de todas maneras hay mucha gente de servicio, y acá hay gente de la fábrica de armas la mayor parte. Cerró la fábrica de armas y quedó mucha gente en el camino y hoy se están recuperando, hay un recupero muy alto de trabajo, de distintos tipos, yo tengo a mis hijos que trabajan todos, mi hija trabaja, mi yerno trabaja, mi hijo el mayor trabaja, la señora trabaja, mi hijo menor trabaja, la señora está embarazada, no trabaja. Mi señora se está por jubilar, yo también, toda esta gente que yo veo acá son albañiles, de alguna fábrica de heladeras, acá hay unos doce o trece pibes en la familia Bal, como la familia Pérez, y son chicos de entre 23, 24 años, son creo que 14 hijos tienen, y los chicos trabajan todos, en chatarrerías, en lo que venga, cirujeando, vendiendo fruta…no son gente que va al choreo, son gente de trabajo. Es muy importante eso, porque vos ves el esfuerzo y ves que se están tratando de ganarse la vida de otra manera, no esperando la noche para salir a afanar.
E. y una última pregunta más histórica, recién me nombraste Fábrica de Armas, muchos de los vecinos de acá trabajaban en Fábrica de Armas ¿Cómo fueron los 70 para el barrio? ¿Cómo vivió el barrio los años 70?
J. ¿Los 70 última parte o primera parte?
E. Última parte
J. El barrio última parte fue de muchísimas dificultades, yo trabajaba en Matrifor en ese tiempo, hasta el 78 que caí preso y la mayoría trabajábamos. Pero acá había mucho miedo, pasaban los tanques y temblaba la tierra, pasaban a toda velocidad, era una cosa infernal. Y por ahí aparecían los tanques a cualquier hora, dos o tres de la mañana, ¡¡y vos ah!!, pero era para asustarse más que nada. Después cuando agarraban a alguien lo hacían pelota.
Acá cuando me detienen a mí, esa ventana, la casa de al lado y atrás estaba todo ocupado, la historia mía es muy conocida, está en los archivos, lo que me pasó a mí está todo, la investigación que hice y los presos, están todo.
E: ¿Vos me decís que los tanques pasaban por acá, antes que estaba la fábrica, ¿había algún tipo de circulación?, ¿antes del Golpe Militar?. Porque nos han contado que se hacían pruebas.
J: El polígono estaba y entonces tiraban pero era una fábrica de armas y entonces se probaban armas, distintos calibres y distintos sonidos, por lo tanto era un ¡¡quilombo total!! Y bueno, después del 76 ya cuando se da el golpe viene un regimiento de Concordia y empiezan a haber problemas de seguridad en la zona. Yo personalmente soy un militante pre-setenta ya traía una situación de que conocía a todo el mundo, inclusive del brazo armado, como dirigente gremial conocía a todos los compañeros…todos pibes, ¿Cuántos años tenés vos? (risas), no pregunto más nada. Eran todos pibes tenían 18, 20 años todos. Todos universitarios y yo hablé en la facultad de Humanidades, en la Facultad de Medicina, muchas veces como dirigente gremial y la verdad que conocí a muchos pibes que los mataron después.
Yo militaba con un grupo de resistencia en el 66, 67, y antes de empezar ERP y Montoneros yo conocía a todos los grupos que estaban Santucho, Firmenich, estaban todos. Había un grupo que se llamaba “La Verdad” en aquel tiempo, era un grupo Troskista y en ese lado estaba mi gran amigo, que laburamos juntos en el Frigorífico que era Luis Saavedra, el de Hipótesis, trabajamos juntos mucho tiempo en la fábrica con él, que nadie le cree, creen que siempre fue periodista y no laburo en fábrica y siempre anduvimos juntos, nunca en el mismo partido pero siempre juntos. Yo era peronista y él era troskista y eso generó una situación favorable. Las historias que te toca vivir como persona. Una cosa es lo que yo estoy hablando con vos y con vos (refiere a las entrevistadoras) y otra cosa son los momentos de dificultades, cuando lo matan a Sánchez, cuando matan (corta la frase) Te encontrabas con una compañera y la tenías que bancar o ella te tenía que bancar a vos, y a mí me cambió la cabeza eso, no me cambió el feminismo, no no, me cambió la actitud de la mujer compañera ¿no?, que si tenía que agarrar un fierro lo agarraba y que te decía quedate tranquilo que yo te cubro, y vos tenías que irte y eso hay que valorar y yo aprendí a valorarla ahí, en la década del 60, cuando venía la Policía…o bancarnos cosas personales y estar un día juntos, defendernos y cuidarnos ¿no? Es que no es lo mismo, a mí me ha pasado muchas veces, posteriormente, como yo me crié en eso, lo aprendí a respetar, a cualquier mujer y eso a mí me sirvió de mucho posteriormente, porque he visto compañeras que se jugaron.
Un día estábamos, lo matan a Sánchez, e íbamos a hacer una charla en Humanidades y ahí lo agarran a Reina Galana, a Javier Cocoa, a Julián, todos mis amigos eran, de mi pueblo, y yo estaba con una compañera y entonces cuando viene la cana me dice “venite, venite” rajamos y ahí fuimos a una pieza que alquilaba ella, hasta el otro día no pude salir. Nos bancamos y yo tenía ¿qué?, 24 años y ella 21, y después nos reíamos muchas veces de esa cuestión, pero uno aprende, aprende a respetar, aprende a saber que hay otras cosas, más allá de lo heterosexual, ¿no? Muchos temas que no se daban en aquel tiempo, se decía que eran violadas, ¡¡mentira!!, Nosotros éramos más puristas que la mierda, yo a la compañera la cuidaba hasta el final, hasta que me mataran, se decía que las violaban a las compañeras, ¡¡estamos todos locos!!!


E. Bueno, Juan, última pregunta ¿cómo te imaginás el barrio en el futuro?
J. Yo por lo que veo hoy, con la juventud recuperando códigos…recuperando preguntas, recuperando reflexiones. Hoy no es la misma pregunta de los chicos, en algún tiempo la juventud opinaba de forma indiscriminada y agresivamente. Hoy la mayoría de los chicos en este momento acá preguntan cosas, reflexionan cosas, empieza a jugar al fútbol, empieza a andar, pregunta políticamente, aunque no digan estoy en esto o en aquello, pero quieren saber. Y esto a mí me alienta porque se empieza por ahí, se empieza aprendiendo y esa es una forma de aprendizaje que es riquísima. Y que uno lo tiene que saber desarrollar a eso y nosotros los más grandes no tenemos que cometer errores. Nosotros que somos todos militantes, exiliados, ex presos y nosotros a los grupos jóvenes que nos reunimos en distintos lugares le damos plena libertad al joven. El joven no es que hoy no puede opinar, hoy debe opinar, debe pensar, debe elaborar y debe condicionar y eso que quiere decir que si yo voy porque tenga 70 años y haya tenido toda una historia, si me preguntan cosas las tengo que contestar y si no me preguntan lo tengo que entender, porque, ¡porque la cosa es así, hombre! Es un tiempo distinto, es un tiempo diferente. Nosotros en la década del 70 era todo lucha, todo enfrentamiento, todas construcciones, todo esto era una especie de esquema generalizado, conductas y cosas inclusive, y hoy es todo reflexión, participación y construcción, es mucho más abierto, es mucho más lindo, porque yo me siento así.
(…)

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