viernes, 14 de mayo de 2010

Historia, Identidad y Perspectiva

El proyecto surgió con la intención de reconstruir la historia simple y cotidiana, de sostener y preservar aquellos pequeños relatos atesorados por los vecinos, a modo de enciclopedia de historias barriales. Para ello se apostó a recuperar la historia principalmente a través de la oralidad, revalorizando la memoria colectiva.

Se buscó que cada participante pueda contar aquellas pequeñas cosas que nunca aparecerían en los libros, ni en los diarios, ni en los reportes de los estudiosos e historiadores.

El equipo de trabajo de la experiencia en Barrio Acindar estuvo compuesto por estudiantes de historia, comunicadores sociales, cientistas de la educación y educadores.

Objetivos específicos:
  • Difundir lo investigado de manera parcial y total periódicamente, con metodologías variadas con el fin garantizar que la información resulte accesible y atractiva a todos los vecinos del Distrito y ciudadanos en general
  • Creación de un Centro Permanente de Documentación sobre la historia de los barrios del distrito en el ámbito del CMD.
  • Articular el proyecto con instituciones y/o actores de la sociedad civil, universidades y empresas.
  • Generar espacios de sociabilización, encuentro y reflexión con vecinos/as cómo forma de colectivización continua de la historia y la identidad barrial.

jueves, 13 de mayo de 2010

Bitácora de la Historia de Barrio Acindar





Equipo de entrevistadores

¿Cómo re-construimos la historia de un barrio, joven por su temporalidad en relación a otros, y con escasos documentos?


Está pregunta casi se respondió sola luego de la primer visita al barrio del equipo de investigación y la charla con el presidente de la vecinal. Deberíamos recurrir al testimonio de los actores, muchos aún residentes del barrio, o con posibilidades de localizarlos. Este primer encuentro con el terreno nos develó la importancia crucial que tendrían las entrevistas para el trabajo.

Para sistematizas y analizar todo el material creamos el “Anecdotario y registro de investigación”. Un archivo dividido en dos grandes secciones: los archivos fotográficos y documentales y los registros orales. Este anecdotario se constituyó en el eje vertebrador de todas las etapas del trabajo.
El registro fotográfico

Se constituyó con imágenes histórico-familiares facilitadas por vecinos y vecinas, a las que se suman otras imágenes, que fueron llegando a nuestras manos en su inmensa mayoría por otros entrevistados relacionados con el período indagado. Otras fueron halladas por el equipo de investigación en diversos archivos. A esto debe sumarse algunos planos históricos ofrecidos por un arquitecto, quien hace algunos años había realizado una profunda investigación sobre el emplazamiento del barrio, y un investigador de la ciudad.

También está el registro de imágenes tomadas por el equipo de investigación y por Guillermo Turin, fotógrafo de la Secretaría de Cultura y Educación, Patricia Rufer y Carolina Morelli, quienes colaboraron con el proyecto.

El registro documental

En este caso las vías de consulta fueron desde material bibliográfico diverso hasta los archivos del Museo de la Ciudad, la Hemeroteca, del Concejo Municipal, de la Dirección de Catastro, de la Asociación Buses Rosarinos, al Archivo del diario La Capital y de las diversas instituciones del barrio.

El registro oral

Se trabajó en dos etapas. En la primera se realizaron entrevistas abiertas con preguntas que auspiciarán de disparadores de la memoria y recuerdos. Se acudió a la construcción de un relato por parte de los entrevistados que pusiera el hincapié sólo en algunos ejes temporales necesarios para nosotros, pero donde el formato “anécdota” fluyera libremente.

En la segunda instancia de este registro, una vez analizado el material anterios, se pasó a una metodología más sistemática, donde las entrevistas semi-dirigidas fueron las predominates.

El té de la memoria: un reencuentro

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Los vecinos se reencontraron con personajes del barrio

Una de las experiencias más ricas de la investigación fue el denominado “Té de la memoria”. Éste se realizó un sábado de septiembre de 2008, a las 15 h, en la casa de Yoli, que como ella misma dice “quien no me conoce en el barrio”.

Uno a uno fueron llegando los vecinos del casco histórico de barrio Acindar, quienes pasaron la tarde compartiendo recuerdos y vivencias de sus años en el barrio, reencontrándose. Al final del encuentro llegó sorpresivamente el viejo cartero, quien se sumó con anécdotas a la reunión.

Te dejamos un álbum de fotos de esa tarde y la crónica completa de lo sucedido acá.



El barrio

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Plano del primer diseño del barrio

Arribar a este barrio es llegar a un lugar claramente especial, único en la Rosario del bicentenario.

Fue planificado a partir de la instalación de la empresa Acindar en Rosario y allí comienzan a asomar las huellas de un tipo de relación específica que se articuló entre la acería y el barrio.

El barrio era un pueblo dentro de la ciudad. Según los vecinos fue concebido como un pequeño espacio ideal, basado en la construcción de baja densidad, incorporando un elemento esencial y único en la historia de la construcción de la ciudad: “los centros de manzana” como espacios de uso y recreación público para sus habitantes.

El origen de esta peculiar construcción puede encontrarse en el modelo urbano de la ciudad-jardín desarrollado en los albores del siglo XX en Europa.

En la actualidad, uno de estos centros de manzana contiene la sede de la vecinal, que funciona desde 1965.

Así era el barrio en sus primeras décadas:

miércoles, 12 de mayo de 2010

La Fábrica

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Vista aérea de la fábrica en su época de oro

En el espacio donde se levanta el Centro Municipal Distrito Sudoeste, funcionó - hace varias décadas – Acindar. Esta acería es conocida no sólo por los niveles de producción en las décadas del 50, 60 y 70, sino también porque en marzo de 1974 en su sede de Villa Constitución se produjo la huelga que condujo rápidamente al gran estallido de toma de fábricas conocido como “El Villazo”.

Desde abril de 1942 gradual pero dinámicamente y en tiempo récord, Acindar fue instalando las diversas secciones y , finalmente, en 1943 las chimeneas se pusieron en funcionamiento.

La radicación de esta empresa en la ciudad formó parte del plan del Estado argentino de crear una franja industrial que bordeara el río Paraná: desde el sur de Rosario hasta San Nicolás. El primer paso, Acindar se instalaría en Rosario y Somisa en Punta Argerich, a 7 km. de San Nicolás.

Durante tres décadas produjo millones de toneladas de acero y generó valiosas fuentes de trabajo y lazos de sociabilidad entre sus obreros, que fueron 453 en un principio y hacia 1954 superaban los 2.200.

En el año 77, sin previo aviso, se inició el proceso de traslado de la planta a Villa Constitución, que se finalizó en 1981 con el cierre definitivo y la demolición del edificio.

Presentamos la acería en fotos:


La piedra fundamental

De los testimonios de los actores, ex obreros como vecinos del barrio, durante la investigación descubrimos que Eva Perón fue quien puso la piedra fundamental.

Alrededor de este hecho se tejieron muchas historias y recuerdos de la ilustre presencia. En el "Té de la memoria", los vecinos recordaban esta anécdota:

Un vecino pregunta: "¿Alguien se acuerda cuando vino Evita a poner la plaza?"

Vecina: “Yo debía tener 5 años y me acuerdo porque en esa ignorancia que uno tenía, yo quería saber qué era la piedra fundamental. Me imaginaba algo así, así grandota. Pero era que Evita sacó un poco de tierra con una pala, a eso le decían la piedra fundamental."

Vecino: "La piedra fundamental de Acindar, para mí ehh..¿Viste donde está la escuela? Ahí estaba el portón de Acindar, ahí fue donde dio la palada Evita."

sábado, 1 de mayo de 2010

Cronología de Barrio Acindar

Lo que aquí se presenta es la cronología construida en base a los sucesos e hitos relevantes de la historia de Barrio Acindar, intercalada con los acontecimientos  histórico-políticos argentinos que, creíamos, ayudan a una mayor comprensión del proceso.